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Amira

Encerrados (Parte 1)

Son las 3 del mediodía. Estamos los 4 sentados en la mesa, hemos acabado ya de comer, y mi padre se levanta para irse a trabajar. Coge la manecilla de la puerta, va a abrirla y...uy, no se abre. Lo vuelve a intentar pero nada, sigue igual. Una vez, otra vez, otra vez, una más y...¡estamos encerrados! Se ha jodido el picaporte, ¡la puerta no se abre! Jodeeeerrr, jodeeeerrr, ¿y ahora qué hacemos? Mientras él sigue intentando abrir la puerta yo salgo a la galería y veo que la ventana del cuarto de baño está abierta. Yo podría entrar por ahí, ponemos la escalera delante y aunque la ventana sea pequeña y esté muy alta, y la escalera sea bajita, creo que 4 años de artes marciales me han dado la elasticidad suficiente para subir la pierna hasta ahí arriba y meterme dentro. Se lo digo a mi padre. "Será mejor que pase tu hermana. Ella está más delgada. Tú puedes cargarte la bañera al saltar" (con contestaciones así cómo no voy a querer adelgazar???). Se sube ella a la escalera, se pone delante de la ventana (la parte baja le llega a la altura de los hombros y ella es algo más alta que yo), se queda mirasndo y dice "¿Y ahora cómo paso? ¡No puedo!". Intento fallido. "Anda, baja de ahí y que pruebe Amira. La bañera, romperás la bañera." Me subo a la escalera y me planto delante de la ventana. Está muy alta, es verdad, pero voy a intentarlo...

(Continuará)

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