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Amira

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Hoy mi novio empieza a trabajar en un bar, de noche. No debería preocuparme, pero la verdad es que no puedo quitármelo de la cabeza. Sé que trabajando ahí conocerá a mucha gente, a muchas chicas, y no quiero que se convierta en un camarero ligón y acabe poniéndome los cuernos. Sé que no me ha dado nunca razones para desconfiar de él, pero nunca se sabe lo que puede pasar. Tengo miedo de que conozca a alguna chica mejor que yo y me deje por ella. Ojalá pudiera dejar de pensar y no preocuparme tanto por las cosas, pero eso va con mi personalidad, al igual que el sufrimiento, como dije al principio de escribir en el blog.

2 comentarios

Amira -

Muchas gracias por tus comentarios, Andoni. Me alegra ver que alguien me lee. Tienes razón con lo de que no debería preocuparme tanto porque si tiene que pasar pasará, y si no tiene que pasar da igual donde trabaje, pero a veces me pongo a pensar y se me ocurren cosas como esas, jejeje. Nunca se sabe lo que puede pasar, y la verdad, no me apetece pasarlo mal justamente ahora.

Andoni -

Hola, yo de nuevo. Si es que me va a gustar tu blog, eh? :-) No es como otros que he visto alguna vez. Hablas de cosas diferentes y me gusta.

No voy a vender consejos cuando para mi no tengo, pero creo que hay un hecho que a mi, al menos, me sirve para afrontar esas cosas con mejor cara. Y el hecho es que por trabajar en un bar tu chico no va a ser más o menos infiel. La gente es como es y si quiere poner cuernos los va a poner aunque trabaje en un convento de monjas. Y al contrario, no los pondrá aunque trabaje como masajista y untador de aceites de modelos de bikinis.

Es un ejemplo tonto pero a mi me sirve para darme cuenta de que si la persona con la que estoy sigue a mi lado será por algo. El palo, si ella quiere, me lo puede dar haga lo que haga yo o aunque me preocupe mucho por ello. Así que lo mejor es confiar y que los tiros vengan por donde quieran. Y lo digo con conocimiento de causa y con experiencia en ambos bandos de la cuestión.

Ante todo va uno mismo y, qué leches, quien no te quiera peor para él. Al fin y al cabo poco se puede hacer para evitarlo así que lo mejor es ser sincero en la relación y no arrepentirse de nada, intentando hacer las cosas bien. Y si sale mal, la conciencia tranquila y la cabeza alta, que tal vez el problema sea que la otra persona no lo merece.

Me permito la licencia de darte un pequeño consejito: quiérete más.

Venga, ánimo.